Après un acte de bravoure, un inconnu est surnommé par les habitants locaux "John Christmas". L'infirmière Kathleen McCallister part à sa recherche, persuadée que cet homme est son frère, disparu il y a 25 ans.

Frank Shore, un sacerdote conocido como el "asesino de milagros", es llamado urgentemente por su obispo para que actúe como abogado del diablo: una estatua de mármol de un convento de Chicago llora lágrimas de sangre. El párroco local propone la beatificación de Helen O'Regan, una santa mujer de pasado desconocido, que vivió sus últimos años en el convento y a quien la comunidad cree responsable de las milagrosas lágrimas. El padre Frank, que atraviesa una crisis de fe, pide ayuda a Roxanne, la hija de Helen, lo que complica más la situación, porque empieza a sentirse atraído por ella y eso hace que sus creencias se tambaleen aún más.

Tras la muerte del anterior director del instituto, el nuevo director, al ver el bajo rendimiento de los alumnos, crea un nuevo plan de estudios que consiste en que cada alumno elija las asignaturas, así, motivados, rendirán más. No solo no rinden, sino que las asignaturas más concurridas son la de educación sexual y tiro con arco, quedando las demás clases vacías. Esto provoca que los pasillos del instituto se conviertan en una “ciudad sin ley".